Aeropuertos: lugares donde la seguridad sigue siendo lo primero de todo

España es un país que tiene más posibilidades de crecimiento económico de las que creemos. En el interior de nuestras fronteras siempre se ha tendido a creer que existe una serie de problemas para encontrar un trabajo fijo, que no somos un país que sea líder en ningún sector en concreto y que la mayoría de los empleos son de baja calidad. Como es lógico y como seguro que compartimos muchos de nosotros, algo de eso hay, pero lo cierto es que nuestro país también es una referencia en muchos sentidos desde el punto de vista del empleo y la economía.

Uno de los sectores de actividad en los que nuestro país es una referencia mundial es el turismo. A estas alturas de la película, no debería sorprendernos en absoluto que dijéramos esto. Y es que los datos de España a nivel turístico los firmaría prácticamente cualquier país del mundo. Tenemos muchos argumentos para haberlos conseguido: unas playas y costas de primera calidad, un clima excepcional, una historia interesante, un turismo interior que permite una conexión increíble con la naturaleza… España siempre fue más de lo que hemos creído en este sentido. Y, claro, eso atrae a enormes cantidades de personas.

Es cierto que lo principal es el hecho de que seamos un país con un clima muy bueno. La costa mediterránea, con ciudades como Benidorm, Torrevieja, Denia, Gandía, Guardamar del Segura, Alicante… es un filón para el mundo del turismo. Los dos archipiélagos, las islas Canarias y las Baleares, también son dos grandes lingotes de oro en lo que respecta a este negocio. E incluso la zona sur del país, con la costa malagueña y la gaditana (esta ya en el Atlántico) son dos grandes atracciones tanto para los turistas de este país como para los que vienen de más allá.

Es verdad que hemos sabido sacar rédito a un montón de posibilidades más. No solo el calor y la playa han de ser argumentos para nuestro país. El turismo de interior también se ha ido ganando un espacio en lo relativo a nuestro sector turístico gracias a ciudades como Toledo, Salamanca, Sevilla, Córdoba o Granada, entre otras, y al turismo rural. Además, la gastronomía también se ha erigido como una de las grandes apuestas de todas aquellas personas que ven en España un sitio ideal en el que tener unas vacaciones soñadas y que les permitan descansar después de unos meses muy duros de trabajo.

Echemos un vistazo a lo que dicen los datos, que a fin de cuentas van a ser nuestros mejores aliados a la hora de valorar lo que venimos comentando. Según una noticia publicada en el portal web oficial de La Moncloa, el gasto turístico seguía creciendo durante el pasado mes de junio y la llegada de turistas en dicho mes había sido de un 10’9% superior a la del mismo mes del año anterior. Ni que decir tiene que estas son grandes noticias para un sector que necesitaba alegrías después de la pandemia y que ha sabido recuperarse a la perfección de un momento tan delicado como del que estamos hablando.

Y para muestra un botón. Según una noticia publicada en el diario El País, el turismo había dado por superada la crisis de la pandemia con la llegada de un total de 71’6 millones de turistas y otro dato de lo más interesante: que el gasto medio por turista había marcado un récord. No cabe la menor duda de que esta es una de las grandes noticias del año pasado durante el sector y que ese debe ser el camino por el que transite un sector de tanta relevancia para la economía española.

Pero para tener un sector turístico que funcione a la perfección hacen falta muchas cosas. No basta con tener reclamos que sean perfectos para que la gente los visite. Hace falta que la organización interna sea perfecta, que exista una fluidez a la hora de gestionar la llegada y la salida de trenes, aviones… y evitar con ello que se generen inseguridades o retrasos en los horarios. Todo eso es imagen de marca para nuestro país… y la verdad es que España, en términos generales, cumple bastante bien con este cometido. Eso también tiene su peso a la hora de garantizar que la gente vea interesante nuestro país a la hora de preparar sus vacaciones.

Y no solo eso. Si existe esa organización y esa seguridad, no solo va a ser posible conseguir una mejor afluencia de turistas internacionales en las diferentes ciudades españolas, sino que también vamos a conseguir retener a nuestra gente. En lugar de viajar al extranjero, quizá los españoles veamos mucho más interesante conocer una zona hasta ahora inexplorada por ellos mismos y que forme parte de nuestra geografía. La verdad es que esto contribuiría a potenciar todavía más un sector que es referencia económica a nivel estatal.

Está más que justificado que exista tanto número de personas dedicándose de una manera directa o indirecta al turismo en el interior de nuestras fronteras. De hecho, es lo mejor que podemos hacer para garantizar que conseguimos lo que queremos, que no es otra cosa que seguir atrayendo la mirada de personas que quieran pasar sus vacaciones en España. La organización y la seguridad en centros como estaciones de bus o tren y en aeropuertos es clave para ofrecer una buena impresión y eso es lo que, de acuerdo a las impresiones que manejan en Facilities Airport, lo que está haciendo que se refuercen servicios como estos especialmente en esos últimos centros de los que hemos hablado, los aeropuertos.

Los lugares por los que cada día transitan miles de personas requieren siempre de una atención especial y ese es el motivo por el que se necesita siempre tanto personal en centros como de los que hemos venido hablando. Además, se debe tener en consideración que esas personas no viajan solas y que suelen desplazar también bultos como maletas que, en muchas ocasiones, suelen ser de un tamaño más que considerable y que podrían entrañar un riesgo si no fuera por las medidas de seguridad que se cumplen gracias al personal especializado en tal cuestión.

La seguridad, mucho más importante de lo que pensamos 

La seguridad es un aspecto clave en las decisiones ligadas a la elección de nuestro lugar de vacaciones. Y os queremos transmitir varios ejemplos para que lo terminemos de entender. Cuando se produjeron los atentados de Barcelona o los del 11 de marzo en Madrid, España ya era una potencia turística. Pues bien, durante los meses que siguieron a los ataques se produjeron cancelaciones y bajadas generales en el número de reservas en hoteles.

Y os diremos más en este sentido. Acordaos de cuando empezaron a producirse atentados y guerras de manera permanente en lugares como Túnez, Egipto, Libia o Siria. Esto generó que el turismo en estos países decreciera al máximo, algo que derivó en el crecimiento de los turistas que visitaban España, Francia o Italia, entre otras naciones del sur de Europa. Ni que decir tiene que no es una situación ideal por mucho que nos generara beneficios. Lo ideal es que haya paz y que cada país pueda competir libremente en términos turísticos con los que tiene cerca.

La seguridad es un valor que es innegociable y en el que hay que invertir tanto tiempo y dinero como sea necesario. En un centro como lo es un aeropuerto, esto ha quedado más que claro en los últimos años y estamos seguros de que se va a seguir implementando esa seguridad de aquí en adelante. No es para menos. Es lo que se merecen todas las personas que se disponen a coger un avión y que tienen todo el derecho del mundo a sentirse tranquilas desde el momento en el que ponen un pie en dicho lugar hasta que lo sacan del aeropuerto de destino.

Da igual que estemos hablando de aeropuertos o estaciones de ciudades grandes o pequeñas. Debe existir una cierta seguridad en todos y cada uno de ellos y ellas. El control, el orden y la tranquilidad son factores que nunca han de perderse en lugares así, por lo que siempre es conveniente que exista una previsión en este sentido y que tanto las autoridades públicas como las empresas privadas que gestionen estos centros tengan la capacidad de conseguir avances en esta materia. Son cosas que la gente agradece.

Es evidente que nadie se va a olvidar de cubrir las necesidades de seguridad en un entorno como el de un aeropuerto. Solo eso generaría un estado de intranquilidad entre las personas que fueran usuarias de ese medio de transporte y una pérdida bastante relevante de imagen y clientes o turistas para nuestro país. Estos centros no van a ser quienes tiren piedras en nuestro propio tejado, en el tejado de nuestra economía. Podemos respirar tranquilos y tranquilas. Es lo mínimo que deseábamos y lo que vamos a ver cumplido.

 

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