Seguro que te has sentido en la situación de pensar que tienes todo el tiempo del mundo pero no tienes nada que hacer. Algo que es muy habitual cuando llegamos a cierta edad. Pero también lo vivimos cuando estamos en una empresa. Pasamos ocho horas y nos damos cuenta de que no ha servido para nada. Pero de esto también se dan cuenta los jefes y los empresarios. Por eso es habitual eso de decir que “¿cuántas horas trabajas? Y ¿Cuántas eres productivo?”
Ahora se ha puesto de moda esto de decir que hay que reducir la jornada laboral. Es una medida estrella de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que no sabemos hasta dónde va a llegar. Porque está claro que lo importante no es estar muchas horas en el trabajo, sino las que estemos rentabilizarlas bien. Es más, estoy seguro que si tuviéramos un buen patrón de trabajo, en vez de las ocho horas diarias, se podría estar 6 horas. Es aquí donde aparecer la palabra estrella: productividad. Y es que es lo más importante para una empresa. Vamos con una parte teórica y otra práctica.
La productividad en una empresa se refiere a la eficiencia con la que se utilizan los recursos para producir bienes o servicios. Esto incluye la optimización de los recursos humanos, materiales, financieros y tecnológicos para obtener los mejores resultados en términos de producción y rentabilidad.
La productividad es importante en una empresa por varias razones. La primera de ellas es la rentabilidad. Está claro que una mayor productividad permite a la empresa producir más con los mismos recursos, lo que se traduce en mayor rentabilidad. Luego está también la competitividad. Está demostrado que las empresas más productivas suelen ser más competitivas en el mercado, lo que les permite mantenerse a flote e incluso crecer frente a la competencia.
Otro aspecto a tener en cuenta es la eficiencia, un término que las empresas deberían tener en cuenta. Una empresa productiva es más eficiente en la utilización de sus recursos, lo que le permite reducir costos y aumentar su capacidad de inversión en innovación y desarrollo. Y por último, una mejor productividad va a producir una mayor calidad en todo lo que hacemos. La productividad también puede estar relacionada con la calidad de los productos o servicios, ya que una producción eficiente suele ir de la mano con estándares de calidad altos.
Cómo mejorar la productividad de los empleados en una empresa
Después de la parte teórica, vamos con la práctica. Es el momento de que los empleados de una empresa conozcan cómo pueden mejorar la productividad de una empresa.
Establecer expectativas claras. Es decir, hay que comunicar y definir claramente las metas, objetivos y expectativas de desempeño para que los empleados sepan qué se espera de ellos.
También hay que proporcionar capacitación y desarrollo. Por ejemplo, ofrecer oportunidades de aprendizaje y desarrollo para que los empleados puedan adquirir nuevas habilidades que mejoren su desempeño en el trabajo.
Un aspecto muy importante es el de incentivar la autonomía: Permitir a los empleados tomar decisiones y tener control sobre su trabajo, lo que puede aumentar su motivación y compromiso. Y por supuesto, el de fomentar un equilibrio entre trabajo y vida personal: Promover un ambiente de trabajo que apoye un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal, lo que puede mejorar la moral y la productividad de los empleados.
Las empresas tienen que proporcionar retroalimentación y reconocimiento entre sus empleados. A todos nos gusta que nos den un enhorabuena. Por eso, hay que reconocer y recompensar el buen desempeño de los empleados, y proporcionar retroalimentación constructiva para ayudarles a mejorar.
No podemos estar vueltos a la realidad. Por eso, hay que implementar tecnologías y herramientas eficientes: Utilizar herramientas y tecnologías adecuadas que faciliten y optimicen el trabajo de los empleados. Una buena herramienta es la del control de horario laboral, con una aplicación como Kairos Hr, puedes gestionar todas las tareas de recursos humanos desde una misma plataforma
No hay que olvidarse de fomentar la colaboración y el trabajo en equipo. Eso se hace promoviendo un ambiente colaborativo donde los empleados puedan compartir conocimientos, colaborar en proyectos y trabajar juntos para alcanzar metas comunes.
Por último, es vital el cuidar el bienestar de los empleados. Hay que estar atento al bienestar emocional y físico de los empleados, ofreciendo apoyo y recursos para que puedan mantenerse saludables y enfocados en su trabajo.
Estamos seguros de que estas estrategias pueden ayudar a mejorar la productividad de los empleados, creando un ambiente de trabajo más positivo y eficiente.