La higiene bucodental es un tema que nos preocupa desde siempre en todas sus vertientes, ya que el proceso de cepillado no sólo es muy importante, sino que también puede realizarse de muchas maneras diferentes y con diferentes instrumentos, como ocurre con el eterno debate sobre el cepillado eléctrico o el manual.
Pero ¿Cuál es el bueno? Mientras por una parte vemos anuncios que nos aseguran que el cepillado eléctrico es el más apurado y profundo, por otra encontramos noticias y consejos que lo desaprueban y mantienen su fe en el cepillado manual en todo momento.
En este artículo vamos a ponernos las pilas para poder arreglar este tema de una vez por todas y aclarar tus dudas, además de darte algún consejo extra que no te vendrá mal para lograr una buena higiene bucal.
¡Empezamos!
Beneficios del cepillado manual vs cepillado eléctrico.
Lo primero que vamos a poner sobre la mesa son los beneficios claros de una práctica y la otra, ya que así vamos a dejar de ver como “la mala” a la técnica que descartemos; y es que, esta es la pura realidad ¡ninguna de las dos es la mala! Sin embargo, cada una aporta una serie de beneficios diferentes que debemos comprender para determinar cuál de los dos es el más adecuado para nosotros:
El cepillado manual y el cepillado eléctrico son dos formas de mantener una buena higiene bucal, cada uno con sus propios beneficios:
- Cepillado manual.
El cepillado manual nos permite un mayor control sobre la presión y el movimiento del cepillo, lo cual puede ser algo bueno para aquellas personas que sufren de problemas de encías sensibles. Asimismo, el cepillo manual es mucho más barato ya que no requiere de pilas ni recargas, además de ser mucho más portable.
Por último, el cepillado manual nos ayuda a desarrollar una técnica de cepillado profunda y concienciada que no encontramos mediante el uso del cepillado eléctrico.
- Cepillado eléctrico.
Los cepillos eléctricos suelen ser más eficaces para eliminar placa y restos de comida a través de su técnica vibratoria, especialmente en personas con dificultades motoras.
Por otro lado, algunos modelos tienen temporizadores que garantizan un cepillado adecuado durante el tiempo recomendado por los dentistas, además de poder gozar de unas funciones de masajeado de encías que pueden mejorar nuestra salud bucal.
Por último, algunos modelos tienen incluida una función que cuenta con sensores de presión que nos avisan en el caso de que estemos siendo muy brutos al cepillarnos los dientes, para así evitar dañar las encías.
¿En qué casos no está recomendado el cepillado eléctrico?
Aunque los cepillos eléctricos nos parezcan novedosos y beneficiosos para la mayoría de las personas, existen algunos casos específicos en los cuáles puede no estar recomendado su uso. Y al igual que conocimos sus ventajas, encontraremos sus desventajas para algunas personas a continuación:
- Si se tienen las encías sensibles.
Si tienes sensibilidad dental grave, el movimiento rápido y potente de los cepillos eléctricos podría resultar incómodo y doloroso para ti. Ya sabemos que existen algunos cepillos inteligentes que tienen sensores que nos avisan cuando nos pasamos con la fuerza durante el cepillado, pero debemos entender que no todos los cepillos eléctricos tienen incorporadas estas funciones y por tanto, pueden ser perjudiciales para nosotros.
Ante estos casos, un cepillo con cerdas suaves y un cepillado manual más suave puede ser más adecuado.
- Recuperación de cirugía oral.
Después de ciertas intervenciones dentales como extracciones, cirugía periodontal o implantes, nuestro dentista nos dará una serie de recomendaciones post- cirugía que debemos seguir para cuidar nuestra salud, tal y como nos recomiendan nuestros amigos de Médicodental S&M. Una de ellas puede ser realizarnos un cepillado más suave y controlado, lo cual solo puede lograrse mediante el uso de un cepillo manual.
- Portadores de ortodoncia.
Algunos tipos de ortodoncia, como los brackets tradicionales, pueden dificultar el uso eficaz de un cepillo eléctrico. En estos casos, un cepillo manual puede permitir un mejor acceso y limpieza alrededor de los brackets y alambres.
- Niños pequeños.
Para los niños pequeños que están aprendiendo a cepillarse los dientes, puede ser más adecuado comenzar con un cepillo manual para enseñarles la técnica adecuada antes de pasar a un cepillo eléctrico.
- Personas con necesidades especiales.
En algunos casos, las personas con necesidades especiales pueden sentirse incómodas o abrumadas con el uso de un cepillo eléctrico, por lo que un cepillo manual puede ser más apropiado.
¿Y el cepillado manual?
Al igual que ocurre con el cepillado eléctrico, el cepillado manual también está desaconsejado para algunas personas, como ocurre en los siguientes casos:
- Personas con dificultades motoras.
Las personas con limitaciones físicas que les impidan realizar un cepillado manual adecuado pueden realizar mejor esta tarea mediante el uso de un cepillo eléctrico, ya que este puede realizar movimientos de cepillado de forma automática a diferencia del manual.
- Necesidad de una limpieza más profunda.
En algunos casos, como en personas con enfermedad periodontal avanzada o con una mayor acumulación de placa, un cepillo eléctrico puede ser mucho más efectivo que el manual para llegar a zonas de difícil acceso y proporcionar una limpieza más profunda.
- Mayor riesgo de dañar las encías.
Aquellas personas que tienden a aplicar demasiada presión al cepillar manualmente y corren el riesgo de dañar las encías, podrían beneficiarse de un cepillo eléctrico que tenga sensores de presión para así poder evitar este problema.
- Mayor eficacia en la eliminación de placa.
Para personas que buscan una limpieza más completa y eficaz, especialmente aquellas con prótesis dentales o implantes, un cepillo eléctrico puede ser más eficaz en la eliminación de placa y restos de comida.
Entonces ¿Cuál es mejor?
La decisión final está clara ¡ambas son buenas opciones!
Hemos estudiado que cada uno de estos cepillos cubre unas necesidades diferentes para cada persona, por lo que en algunos casos sí que es cierto que el cepillado manual o el eléctrico puede ser el más adecuado para ciertas personas. Sin embargo, para una persona que esté sana, sin problemas de encías y sin ortodoncia, esta decisión se vuelve mucho más difícil.
Digamos que, en términos económicos el manual siempre será mejor, aunque quizá en términos prácticos, uno eléctrico sea mucho más llamativo debido a las funciones de las que disponen algunos cepillos.
Al fin y al cabo, tú eliges. Y si tú no sabes elegir, te recomendamos probar las dos opciones o preguntar a tu dentista. Como has podido comprobar, ambas son buenas opciones a no ser que busques ahorrarte más dinero o que tengas una situación especial.
Consejos extra para lograr una buena higiene bucal.
Para acabar este artículo vamos a darte unos consejos que te ayudarán a lograr un mejor cepillado y, por ende, una buena higiene bucal:
Para lograr una buena higiene bucal y mantener una sonrisa saludable, aquí tienes algunos consejos útiles:
- Cepilla tus dientes al menos dos veces al día.
- Utiliza un cepillo de dientes de cerdas suaves y cámbialo cada 3 meses.
- Limpia y guarda adecuadamente tu cepillo de dientes para prevenir la proliferación de bacterias.
- Asegúrate de cepillar todas las superficies de los dientes, incluyendo la parte posterior y la línea de las encías.
- Usa el hilo dental al menos una vez al día para limpiar entre los dientes, ya que te ayuda a eliminar la placa y los restos de comida que el cepillo no puede alcanzar.
- Utiliza un enjuague bucal con flúor para ayudar a prevenir la caries y fortalecer el esmalte dental.
- Programa revisiones dentales al menos dos veces al año para detectar y tratar problemas dentales a tiempo.
- Limita el consumo de azúcares y alimentos pegajosos, ya que éstos pueden contribuir a la aparición de caries dental.
- Incluye alimentos ricos en calcio, como lácteos, para fortalecer los dientes y huesos.
- Evita fumar ya que puede causar problemas graves de salud bucal.
- Espera al menos 30 minutos después de comer antes de cepillarte los dientes, ya que hacerlo inmediatamente puede dañar el esmalte dental. En lugar de cepillarte, enjuaga la boca con agua para limpiar los restos de comida y estimular la producción de saliva.