El encanto rural de Salamanca, ¡se siente!

El encanto rural en Salamanca, ¡se siente! Y es que, se baila, se bebe y se saborea, porque es esencia pura. Además, es un sector en auge, y cada año atrae a más visitantes internacionales. La provincia de Salamanca tiene un rico patrimonio natural y cultural, que ofrece a los turistas numerosas actividades y experiencias. Como La Casa Imperial Salamanca, una casa rural de lujo de carácter familiar a 12 kilómetros de Salamanca, y en la primera planta se encuentra la clínica de medicina estética, fisioterapia y dietética dirigida por la doctora Rosa Bonal. 

Según datos de la Junta de Castilla y León, en 2023 Salamanca recibió un total de 1,5 millones de turistas rurales. Esto supone un aumento del 10 % respecto al año anterior. ¿Sabías que el gasto medio de los turistas rurales en Salamanca fue de 100 euros por día? Esto generó un impacto económico de 150 millones de euros. 

Principales destinos de turismo rural en Salamanca

Los principales destinos turísticos de Salamanca son los siguientes: 

  • La Sierra de Francia. Esta comarca tiene un paisaje de montaña espectacular y ha sido declarado Parque Natural. Los pueblos más visitados son: Candelario, La Alberca y Mogarraz.
  • Las Arribes del Duero. Este tramo del río Duero discurre por un cañón de gran belleza natural. Los pueblos más populares de esta zona son: Aldeádavila de la Ribera, Saucelle y La Fregeneda. 
  • La Sierra de Béjar. Esta comarca se caracteriza por sus bosques de castaños y robles. Los pueblos de Béjar, Cantalapiedra y Navasfrías son de los más atractivos. 

Béjar, el refugio de las estrellas del blues

Béjar, además de ser la Salamanca rural, y eso ¡se siente! Es una escapada perfecta porque está llena de sabores, de historia y naturaleza, pero también de música. Y es que la Salamanca se come y se baila al son del blues. 

¿Conoces la Sierra de Béjar? Pues si huyes de las playas abarrotadas en verano, este es un destino que debes anotar en tu agenda viajera. Destacan sus piscinas naturales que se esconden detrás de cascadas y riscos, y que bañan a pueblos centenarios donde el turismo rural se bebe a sorbos. Todo ello conforma una melodía perfecta que tiene nombre y ADN propio: la villa salmantina de Béjar. 

Dejando atrás las montañas, la Garganta del Oso y los Castañares, llegas a esta localidad, que tuvo gran importancia histórica dentro de la provincia de Salamanca. La villa luce con sus casas de piedra de arquitectura castellana, con ese aspecto sobrio que se asemeja al carácter salmantino. Pero esa sobriedad desaparece en cuanto cruzas sus murallas y te dejas llevar por una ciudad modelada por la historia y por la casa de los Zúñiga. Don Álvaro Zúñiga fue Duque de Plasencia, pero también lo fue de Béjar. 

¿Sabías que los Zúñiga impulsaron en esta villa la industria textil? Fue gracias a los tejidos que traían de Flandes, y esto propició una gran prosperidad para la villa. Gracias a ello, en Béjar se construyeron grandes edificios y templos religiosos. En realidad, era un referente comercial en la Edad Media. 

Béjar, el encanto rural de Salamanca entre murallas y esencia Sefardí

Esta villa, a diferencia de Plasencia y Salamanca, es alargada, por ello no es necesario callejear mucho para conocerla. Te recomendamos llegar a la muralla y, para ello, debes atravesar las bonitas calles de Béjar en las que sentirás el encanto rural de Salamanca. Te encontrarás con la Iglesia de San Juan Bautista, un templo románico construido en el siglo XIII y que fue remodelado en el siglo XVI hacia el renacimiento. Se caracteriza porque en su interior se desprende un olor a madera vieja. 

También debes visitar, un poco más arriba, el Museo Valeriano Salas, una colección de obras de arte que se expone en un antiguo convento que tiene el escudo de la familia Zúñiga. 

Pero no es el único museo de la ciudad. En Béjar hay varios, y uno de los más representativos es el de Mateo Hernández, que, además, es un homenaje a uno de los bejaranos más ilustres. Antes de llegar, te encuentras en Teatro Cervantes, un increíble teatro de estilo isabelino de 1857, que es uno de los más antiguos de nuestro país. 

Para llegar a la Plaza Mayor, debes seguir por la Calle Mayor de Pardiñas, donde el turismo encanto rural de Salamanca se mantiene vivo. El Palacio Ducal, aparece casi de la nada, como fortaleza defensiva. Este fue un castillo fortaleza árabe del siglo XIII para defender la ciudad. Los Zúñiga lo remodelaron y lo convirtieron en un elegante palacete renacentista. 

Si bajas unas escaleras llegas a la iglesia de El Salvador, un antiguo templo de estilo gótico de finales del siglo XII, que, además perdió su artesonado en un incendio de 1936.

Cerca está la Iglesia de Santa María la Mayor, que un día fue el hogar de la comunidad judía de Béjar. Además, los judíos tuvieron un papel relevante en esta villa salmantina. Una muestra de ello es el Museo Judío David Melul. La judería fue un hervidero de comerciantes y artesanos que favorecieron el esplendor económico de la ciudad. 

Desde aquí se llega a la muralla. Es una muralla medieval de la Reconquista. Solo conserva dos puertas y se recorre desde arriba de lado a lado en unos quince minutos. 

Más planes en Béjar

¿Sabías que en Béjar hubo una actividad textil prolífica que llegó a ser uno de los focos de mayor producción de España? Aunque hay muchas fábricas que se han extinguido, existe una ruta de fábricas textiles, con las que conocerás el episodio de la historia de Béjar. 

La plaza de toros de Béjar se conoce “La Ancianiata” y es una de las plazas de toros más antiguas de España. Es una construcción de 1971 y fue declarada Bien de Interés Cultural desde el año 1997. Entre los días 14 y 17 de julio se convierte en un gran escenario donde se celebra el famoso Festival de Blues de Castilla y León. Una cita ineludible con la música. 

Otra cita natural con Béjar es con la piscina natural Puente del Congosto en la Sierra de Béjar. 

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