La vida doméstica en el hogar es de una importancia grandísima a lo largo de nuestro día a día. No cabe la menor duda de que estamos hablando de una de las rutinas que van a determinar si somos felices o si nos falta algo para terminar de conquistar esa felicidad que se establece como objetivo último que nos podemos marcar en nuestra vida. Lógicamente, tener la vida que queremos en casa no lo es todo para hacernos con esa felicidad, pero lo cierto es que tiene un importante valor en lo que tiene que ver con eso.
Para gozar de esa felicidad, nuestro domicilio debe presentar el mejor aspecto y que sea lo más seguro posible, garantizando de ese modo que la gente que lo habite tenga la mejor calidad de vida posible, que es lo que todos y todas queremos. Pero lo cierto es que no es así en todos los casos, por desgracia. Según una noticia que se publicó en la página web de Provivienda, el 60% de los hogares españoles tiene algún problema con la vivienda. Se trata de un dato que nos tiene que hacer reflexionar y poner en valor lo que supone cuidar de un aspecto tan importante para nuestra vida como lo es la vivienda.
Esto tiene una relevancia muy grande para la vida rutinaria. Y es que tener incomodidades en el interior de nuestra propia casa determina directamente que padezcamos problemas de índole físico e incluso mental. En lo que respecta a este último, os diremos que la página web Control Publicidad aseguró en una noticia que el 60% de los españoles y españolas había declarado que el estrés afectaba a su vida diaria. Y eso es una de las consecuencias de las incomodidades que podemos llegar a sufrir en nuestra propia casa, algo que debemos evitar y que hay que mantener absolutamente a raya.
A continuación, queremos hacer especial incidencia en los problemas que creemos que pueden generar un mayor impacto (negativo, claro) en el hecho de que tengamos una vida como la que queremos en casa. Creemos que es lo suficientemente importante para que tomemos nota. Y es que este puede ser el inicio de una nueva vida. Vamos allá.
El aislamiento térmico… y el acústico
El aislamiento constituye una de las principales mejoras que muchos hogares pueden implementar en el interior de nuestras fronteras. En primer lugar, el acústico es fundamental porque nos va a permitir mantener alejado el ruido del exterior. Esto, en zonas que se encuentran en el centro de una gran ciudad o cerca de una carretera, es algo fundamental porque es en estos contextos donde se genera una mayor cantidad de incomodidades y estrés entre los vecinos. En lugares como Madrid o Barcelona, es imprescindible trabajar este aspecto si se quiere ganar en calidad de vida. Pero de todos modos, lo necesario es que no os confiéis aunque no viváis en esas dos ciudades.
El aislamiento térmico es otro de los que es imprescindible trabajar. ¿No habéis tenido la sensación en algún momento de la vida de que hace demasiado frío o demasiado calor en vuestra vivienda… y que eso provoca que tengáis que gastar demasiado en calefacción o aire acondicionado? La verdad es que es complicado enfrentarse a una factura elevada en suministros de este tipo. Las incomodidades que se generan al no conseguir la temperatura idónea para disfrutar del hogar también son las que nos van a impedir disfrutar de nuestro tiempo libre y del descanso que nos hemos ganado a pulso después de una dura jornada de trabajo.
Buena parte de las viviendas que hay levantadas en nuestro país tienen problemas con todo lo que tiene que ver con el aislamiento porque son edificaciones de hace bastantes décadas. El parque de viviendas en España, o en muchos lugares de España, se ha hecho viejo y el aislamiento es uno de los principales problemas con los que cuenta, con las dificultades que eso puede ocasionar en términos de salud física y mental. Desde luego, no cabe la menor duda de que tenemos que trabajar en este ámbito mucho más y que siempre es posible incorporar mejoras en lo que tiene que ver con él aunque la vivienda ya cuente con varias décadas de existencia.
La calcificación del agua
Uno de los suministros principales que deben existir en lo que tiene que ver con una vivienda es el agua. Se trata de algo fundamental, básico, sin lo que nadie puede vivir. La necesitamos para beber, para limpiar, para apostar por nuestra propia higiene personal. Y es que no cabe la menor duda de que una mala calidad del agua puede ponernos en un brete al poner en entredicho estas necesidades básicas para cualquier ser humano. Se trata de problemas que están a la orden del día y con los que debemos tener un cuidado especial.
Una de las grandes problemáticas que puede tener una vivienda es que el agua que le sea suministrada esté calcificada, lo que hace que sea potencialmente peligrosa para una buena parte de los usos que le damos, por no decir para todos. Diversos estudios afirman que más del 90% de personas ha padecido algún problema con la calcificación del agua en su vivienda en algún momento de su vida. Hoy, los amigos de Agua Controlada, quienes llevan trabajando desde 1996 en la descalcificación de aguas para usos domésticos, nos han hecho saber que este tipo de problemas, además, se suele dar en todo tipo de viviendas (más modernas y más antiguas, chalets y pisos, primeras o segundas residencias, situadas en grandes ciudades o en entornos rurales).
El desgaste de los materiales
Este es otro de los asuntos que tiene que ver con la antigüedad de una vivienda y que puede jugar una mala pasada a la calidad de vida de las personas que habitan una vivienda, principalmente porque pueden afectar de una manera directa a su salud y a su seguridad. Los materiales con los que se levanta un edificio se van desgastando con el paso de los años y es lógico que haya que apostar por vigilar este tema de una manera periódica.
Precisamente por eso es importante que tengamos en cuenta la necesidad de rehabilitar una vivienda o un edificio de viviendas. No cabe la menor duda de que esto es lo que nos va a permitir ganar en seguridad y ganar en comodidad. Una vivienda que no se rehabilita va a suponer un peligro manifiesto para nuestro día a día y para el de las personas que tenemos a nuestro alrededor, así que es lógico que nunca debamos olvidar las ventajas que lleva asociadas este tipo de actuaciones, que además suelen estar muchas veces sufragadas con subvenciones o ayudas.
La distribución de los espacios, elemental
Una vivienda necesita una distribución de espacios eficaz para que la calidad de la vida de las personas que vivan en su interior se corresponda con lo que necesitan. Muchas veces, una vivienda que sea pequeña puede ser sumamente acogedora y cómoda si tiene una distribución de espacios que deje respirar a las personas que viven en ella. Y ese es el objetivo que deben perseguir los propietarios y propietarias de la vivienda a la hora de pensar en el diseño de interiores de su domicilio.
El establecimiento de un espacio lo más amplio posible en el salón es algo que ha ganado importancia en los últimos años principalmente porque es el espacio en el que se ha apostado realmente por la comodidad de las personas que habitan el hogar y el lugar en el que pasamos mayor parte de nuestro tiempo libre en casa. Que este sea un espacio amplio determinará buena parte de las opciones que tengamos de ver nuestra vivienda como un espacio cómodo y en el que realmente creamos sentirnos bien.
Todas estas cosas que hemos comentado son solo algunas de las que hay que tener en consideración para intentar que la vida en nuestro hogar sea lo más cómoda posible. Es verdad que no todas las familias son iguales porque cada una de ellas tiene un número determinado de integrantes y que cada una puede tener unas necesidades específicas que nada tienen que ver con las otras. Pero sí que hay que cuidar al máximo de todo lo que tenga que ver con el mantenimiento de una buena calidad de vida, puesto que va a ser eso lo que determine lo felices que seamos o dejemos de ser.
No podemos descuidar el lugar en el que vivimos. Es una de las piezas angulares de toda vida y no cabe la menor duda de que va a jugar un papel elemental a la hora de conseguir los propósitos que nos marquemos a lo largo de la vida. Sin una vivienda en la que nos sintamos a gusto, sin un lugar, una guarida en la que podamos evadirnos de los problemas del trabajo, será mucho más difícil que podamos encontrar lo que necesitamos para disfrutar de la vida tal y como merecemos. Y esa sería una lástima muy grande.