Es cierto que siempre que intento escribir algo muestro mi lado más objetivo. Y más en la situación de polarización que vivimos actualmente, donde digas lo que digas, alguien se va a ofender y vas a ser criticado. Ahora bien, cuando escribo de un paraíso como Matalascañas, no sé, me cuesta buscar algo malo. Yo es que no puedo decir nada que no sea bueno y cuando me preguntan qué tal este sitio para ir de vacaciones yo siempre digo lo mismo, o mejor dicho siempre cuento lo mismo.
Después de cuatro años estando yendo de hoteles o apartamentos con mi familia, un buen día entré en la inmobiliaria Inmodoñana y dije a la chica que estaba en recepción “Hola, quiero un apartamento en venta”. Y dos semanas después ya lo tenía. Creo que con eso está todo dicho, hice una inversión económica importante, aunque ya os digo que ahora que llevo unos cuantos años creo que lo que hice es comprar una ganga, y no se puede ser más feliz de lo que soy. Por eso, cuando me preguntan por mis vacaciones y cuento esta historia, mi respuesta final, es “¿te parece poco?”.
Y ahora mismo si echas un vistazo a su web puedes seguir encontrando más gangas. Por ejemplo, un chalet con piscina privada, próximo al centro y a todos los servicios. Cuatro dormitorios con armarios empotrados, dos baños, amplio salón comedor con chimenea, porche delantero y entrada de vehículos con capacidad para varios coches por…330.000 euros. Ya te puedo decir que no me parece caro, por lo tanto ya sabes por donde van los tiros.
Hasta aquí mi recomendación inmobiliaria, aunque es cierto que también se pueden encontrar casas en alquiler por quincenas o semanas que son una pasada. Ahora vamos con lo importante, qué se puede hacer en este bello municipio tanto por la mañana como por la noche. Y no nos olvidamos de las puestas de sol y del tardeo.
De día
Durante el día en Matalascañas, se pueden realizar diversas actividades al aire libre como visitar la playa, practicar deportes acuáticos, hacer senderismo en el Parque Nacional de Doñana, jugar al golf en el campo de golf local o visitar el faro de Punta del Picacho. Ya os digo que no os vais a aburrir porque hay actividades de todo tipo. Una de las cosas que recomiendo es hacer parapente. Matalascañas dispone también de un Club de Vuelo, a través del cual diversas empresas ofrecen servicios de parapente y paramotor. Las salidas se efectúan normalmente desde lo alto de los acantilados adyacentes a la zona de la bajada de Bananas.
Si eres amante de los deportes, prepárate, porque Almonte, como municipio del litoral atlántico, dispone de una climatología estable e idónea para el deporte al aire libre, con inviernos suaves y veranos frescos, especialmente en la costa. Ello permite que el ayuntamiento y la inversión privada dediquen gran esfuerzo a la práctica y la promoción de la pesca deportiva e industrial, el parapente, el golf, la navegación, el windsurf, el ciclismo, voley playa, etc. Lo vas a flipar.
De noche
Durante la noche, esta zona también es maravillosa. Se puede disfrutar de la gastronomía local en los restaurantes y bares de la zona, salir a tomar algo en la zona de ocio nocturno, pasear por el paseo marítimo o asistir a espectáculos en el cine de verano. Además, en verano suelen organizarse conciertos y eventos culturales al aire libre. La verdad es que tampoco da tiempo a aburrirse y en este caso para todas las edades.
No nos podemos ir sin aconsejar qué comer. Ya sabemos que esto es por gustos, pero no te puedes perder la cazuela de mariscos, el salmorejo o el salpicón de atún, todo esto lo puedes encontrar en muchos restaurantes. Además, hay muchos lugares para comprar productos locales, como el vino, el aceite de oliva, el pescado fresco y muchas otras delicias. Te aseguro que la maleta va a volver con más kilos de los que fue, pero estas cosas son así.
Cuando hagas una visita, verás que el centro de Matalascañas se encuentra a orillas del mar, y es una zona muy curiosa, con numerosos comercios y restaurantes. El centro está rodeado de bonitas playas y está bien comunicado con el resto de la provincia. Una gozada. Por eso, ya te digo que si nunca has estado, es el momento de lo que hagas.
